La Primavera Besaba
Antonio Machado fue un poeta español, nació en Sevilla el 26 de julio de 1875 y murió el 22 de febrero de 1939. Sus obras modernistas evolucionaron hacia algo simbolista con un toque romántico que al final se convertiría en poesía de compromiso humano. Tenía una visión taoísta de la existencia como se demuestra en algunos de sus poemas. Fue profesor de francés en Madrid en 1931, por los siguientes años escribió poca poesía pero aumentaron sus creaciones en prosa.
Este poema obra literaria de Antonio Machado presenta a la primavera con nostalgia al recordar su infancia y juventud. Usa la primavera para hacer una comparación entre la juventud y vitalidad con la estación del año, como se sabe la primavera es cuando todo renace, todo es joven, lleno de energía y sueños algo que un adolecente tiene. Pone énfasis en que ya no es joven y anhela esos momentos, le gustaría tener la vitalidad para hacer algo, al parecer se arrepiente de no haber hecho algo. Al final usa una frase que me parece bastante interesante porque resume todo el poema y muchos adultos lo sufren “Juventud nunca vivida, quien te volviera a soñar!.
El poema tiene una variedad de elementos para elogiar a la primavera, su análisis métrico, cuenta con cuatro cuartetas. En la primera todos sus versos son octosílabos y las siguientes estrofas son cuartetas. Algo que ocurre a lo largo de todo el poema para que la métrica sea octosílaba, ejemplo “…“….so/bre_el/ cam/po/ ju/ve/nil/”, se cuentan 7 silabas pero al terminar en “juvenil” al ser aguda se cuenta como 8. El uso de sinalefas también es común a lo largo del poema. El uso de como representa un símil en “como una verde humareda”
Este poema lo encuentro bastante interesante por el mensaje que nos comunica sin importar su longitud, lo bueno viene en envases pequeños. Es un tema fácil de comprender y una realidad para muchos adultos que extrañan cosas que podían hacer de jóvenes o añoran haber tenido algo como en el caso del autor es amor. Habla de disfrutar la juventud mientras se tiene y no esperar a ser grande, puedo decir que es carpe diem, vivir al máximo este momento.
La primavera besaba
suavemente la arboleda,
y el verde nuevo brotaba
como una verde humareda.
Las nubes iban pasando
sobre el campo juvenil...
Yo vi en las hojas temblando
las frescas lluvias de abril.
Bajo ese almendro florido,
todo cargado de flor
-recordé-, yo he maldecido
mi juventud sin amor.
Hoy en mitad de la vida,
me he parado a meditar...
¡Juventud nunca vivida,
quién te volviera a soñar!
Antonio Machado